CONARQUITECTURA Nº 81. DOTACIONES PUBLICAS

Antes de empezar a hacer conarquitectura 81, nos paramos para pensar quince minutos. Creemos que esta revista es una aventura editorial ligada al interés de un grupo reducido de personas, a los que nos gusta contar arquitectura pero, quizá por una cosa tan simbólica como la celebración de un guarismo, nos dimos cuenta de que en realidad una revista (¡en papel!) que resiste ochenta números, es por algo más que por empuje personal Más bien, razonamos, posiblemente la energía que mantiene esta revista es la misma que hace que se caliente la arcilla para hacer ladrillos. Es la que lleva a los arquitectos a proyectar con un material con miles de años de existencia, no unas decenas. Es algo que se busca y a veces se encuentra. El acomodo de todos los factores que llevan a realizar una obra de arquitectura intemporal, y en la que el ego del arquitecto queda templado (en el buen sentido de la palabra) por un material que pide el respeto que merece una persona mayor: no le grites, no le apartes, no le sometas a las modas, pero sigue contando con ella, porque seguro que te va a proporcionar experiencia. Es lo que seguimos buscando en esta revista. En estos tiempos de cambio (siempre hay cambio) queremos volver a empezar regresando al origen. Vamos a seguir contando arquitectura mientras los hornos se enciendan para cocer arcilla. Y vamos a pensar que en conarquitectura 81, en vez del número 81, es el 1, y buscando en el fondo del baúl simbólico de la edición, desenterramos la tipografía Helvética y Times para seguir contando la mejor arquitectura hecha con materiales cerámicos. Seguimos buscando en conarquitectura 81 la energía que lleva a los arquitectos a proyectar en un material con miles de años de existencia y que termina siendo clave en las obras que más tienen que resistir: las dotaciones públicas que la sociedad reclama para dar servicio a todos. En este número se analizan en detalle ejemplos tan variados como un archivo, un centro educativo, un centro de mayores, una iglesia o algunas instalaciones expositivas; y estableciendo un diálogo entre edificios con sesenta años de separación en su construcción, dos pabellones de ferias internacionales con la arcilla cocida como protagonista: ¿hay otro material que se pueda entender como el más adecuado para Bruselas, Madrid o Dubái?