FERNANDO RENES. MEDIR TIERRA

Medir tierra es un proyecto realizado específicamente para el museo y compuesto por tres grandes mosaicos-murales en azulejo (para los que el artista ha preparado más de 11.000 azulejos), una animación, una escultura y más de cuarenta dibujos a través de los cuales Renes construye (o bien desentraña) una estratigrafía biográfica y personal a la que une su posicionamiento frente al arte como práctica y como sistema. Un conjunto de obra en la que Renes es fiel a su estilo de dibujo y en el mantiene la agilidad en el trazo y el esquematismo para concentrar su capacidad de expresión sin perderse en el detalle. Dibujos esquemáticos, intencionadamente sencillos, con predominio de colores planos y marcado contraste con respecto a los fondos blancos, que combinan una querencia a la abstracción geométrica con un marcado expresionismo de orden figurativo, que le sirven al autor para entender y organizar el mundo. A tal fin, en Medir tierra Renes trabaja sobre el concepto de la agrimensura (arte de medir tierras) como elemento esencial para la definición de cartografías, la atribución de propiedades y la configuración del paisaje y, en particular, del paisaje castellano que es el que Renes, de niño, grabó en su memoria. Un paisaje parcelado por los campos de cultivo y sus distintas tonalidades a lo largo de las estaciones que evoca a una abstracción geométrica de campos de color, y que con el tiempo y el abandono, se les han ido sumado las 'canchas' de juego que las administraciones han construido. Junto al dibujo caracteriza su obra la presencia, intermitente, del lenguaje en forma de texto escrito, como un elemento más de un todo sin jerarquía ni orden preeminente. Un lenguaje que no pretende aclarar ni racionalizar sino ser un ingrediente plástico más al que dotar del sentido que sirva al artista para generar una narración concreta o para poner de manifiesto una duda o una fisura que quiebre nuestra fe en las 'verdades' aceptadas. El lenguaje adquiere en su obra idéntica categoría que el dibujo, la misma capacidad de enunciación. Y, siempre que puede, el artista juega con él, retorciéndolo, dándole la vuelta para generar realidades otras. Comisariado: Koré Escobar Coordinación: Helena López Camacho