DESNUDATE Y ENTRA EN EL PARAISO

Desnúdate y entra en el paraíso', nos transporta a un lugar incorpóreo, un lugar que puede ser la tierra prometida, y en la que aterriza Sebastián, el protagonista de la novela, con todos sus relieves profesionales, ideológicos, etc. El choque será tremendo. Sebastián es un triunfador. Para él, la sociedad actual es el mejor de los paraísos; en cambio, aquella otra que topa por casualidad, se convertirá en un autentica pesadilla. La historia transcurre en un ir y venir, más por los terrenos de las frustraciones que por lo austeramente figurativo de los personajes. Estos surgen como un pretexto, como si fueran figurines removiendo los interiores de Sebastián. Más allá de la intriga novelesca, el fondo de la narración nos muestra la invisibilidad de los ciudadanos frente al poder, sea cual sea este poder. En principio, el paraíso, tal como se describe en la novela no desvela nada que no sepamos. Hay individuos, como Sebastián, que creen vivir en un vergel de felicidades porque la vida les va maravillosamente bien; hay otros que improvisan o imaginan mundos supuestamente diferentes. La cuestión es que cualquier paraíso en la tierra, individual o colectivo, forma parte de una realidad decepcionante.