DAMIAN UCIEDA. CAMIÑO NEGRO

El proyecto examina la relación del petróleo con el entorno de la ciudad de A Coruña, como se definen estos territorios y la convivencia entre las localidades anexas e industria. La primera parte del proyecto es un recorrido, a través del registro fotográfico, del trayecto de 6,5 km de tuberías que cruzan la urbe desde el puerto de la ciudad hasta la refinería de la ciudad. El oleoducto es solo visible al principio del trayecto, cuando cruza la carretera desde el puerto y a su paso por el barrio coruñes de los Castros. El resto del recorrido está soterrado y marcado con unas balizas de seguridad bicolores y se intuye por el pasillo que deja a su paso a través de la ciudad, ya que por motivos de seguridad no se puede construir sobre él. Algunos de estos terrenos son concesiones o suelo en propiedad de la compañía petrolífera, pero son utilizados en muchas de sus zonas como espacio público, generando un solapamiento entre lo público y lo privado. Paseos o parques definen una utilización más clara del territorio. Otras zonas son simplemente reutilizadas como pasos, atajos o espacios adaptados para diferentes funciones más arraigadas en la zona como el pasto de animales. La segunda parte del proyecto está centrada en la población de Meicende a través de otra serie fotográfica. Un núcleo urbano, que aunque previo a la industralización de la comarca, se desarrollo en los años 70 y 80 con el crecimiento industrial que sufrió la zona. Situado en el medio de la refinería, la localidad está aislada de la ciudad por un polígono industrial y una central de aluminio. La colección de imágenes fotográficas deja constancia de la convivencia entre industria y urbe, y cómo la industralización ha conseguido transformar el paisaje y territorio antes dedicado al cultivo. Aunque quedan pocos vecinos que recuerden el valle antes de la refinería, algunos de ellos, por tradición, siguen cultivando al lado de sus casas a pesar de que los productos no son aptos para el consumo por la polución que desprende la industria. Coches manchados de polvo negro, fachadas corroídas o la incapacidad de poder tender la ropa al aire libre son algunas de las experiencias que sufren en su día a día los vecinos de la localidad.