CRISIS DEL CAPITAL EN EL SIGLO XXI, LA "CRÓNICAS DE LOS AÑOS EN EL QUE EL CAPITALISMO SE VOLVIÓ LOCO"

CRISIS DEL CAPITAL EN EL SIGLO XXI, LA "CRÓNICAS DE LOS AÑOS EN EL QUE EL CAPITALISMO SE VOLVIÓ LOCO".

Autor/es

Sin stock. Envío en 3/8 días

pvp 19,90 €


¿Es posible que estemos retrocediendo a los niveles de desigualdad previos a la Primera Guerra Mundial? Esta pregunta es el centro mismo de este libro. En efecto, asistimos a un capitalismo enloquecido, a tal punto que la concentración de la riqueza alcanza los valores de 1900-1910 y ni siquiera se aplican los impuestos al capital que regían en el siglo XIX. La primera gran crisis del capitalismo globalizado del siglo XXI se desató entre 2007 y 2008, y puso en evidencia que los patrimonios privados se habían incrementado sin control, mientras los salarios y la producción casi no habían crecido en los últimos treinta años. Por razones ideológicas o por incompetencia, muchos Estados aumentan la carga fiscal sobre el trabajo y subvencionan a una casta de rentistas. En este libro, Thomas Piketty somete el presente a una mirada despiadada, a tono con la urgencia de lo que está en juego. Así, plantea hipótesis contundentes acerca del rol de los bancos centrales, que no están para «ver pasar los trenes» y evitar la inflación sino para garantizar la estabilidad y el crecimiento; la necesidad de diseñar una reforma fiscal que grave las sucesiones, el capital y los ingresos más altos; los ajustes que requieren el sistema de pensiones y el sistema educativo; la importancia de racionalizar el Estado para garantizar un verdadero servicio y respeto por los derechos. Pero además dirige un desafío a todo el campo de la izquierda, que debe apropiarse de la discusión fiscal y educativa con un programa claro y decisión política. En estas crónicas, que recorren los años del siglo XXI, Piketty muestra sus dotes de economista brillante y, en la tradición de Joseph Stiglitz y Paul Krugman, su agudeza de gran divulgador para entender cómo se hace política hoy y cómo sería deseable que se hiciera. Agilidad, sentido del humor, ironía extrema y el recurso al absurdo son las marcas de un estilo impecable, que le permite ir de la coyuntura al planteamiento de propuestas serias para salir del atolladero ampliando, y nunca recortando, derechos.

Recomendados